Y parece que fue hace muy poco que recibimos en casa a nuestro primer intercambio de Japón. Cuando participamos por primera vez aún no éramos socios de Hippo y conocíamos muy poco sobre el proyecto. Recibimos en casa a Masaki un señor de unos 40 años. En ese entonces yo estaba estudiando japonés en una escuela tradicional y una amiga socio de Hippo me invitó a ser familia adoptiva. Yo acepté con la idea de que esta persona me ayudaría a aprender a escribir caligrafía japonesa y poder sacar mejores notas en las clases.
Poco a poco me fui dando cuenta que este intercambio era muy diferente a lo que yo me había imaginado. En mi cabeza la idea de aprender a escribir se fue desvaneciendo y comenzó a interesarme más conocer a la persona que estaba compartiendo este tiempo conmigo.
La cereza del pastel fue cuando asistimos a nuestra primera reunión de Hippo: un México Day. Era como si hubiera entrado a otro mundo totalmente nuevo y fascinante para mi. Mis ojos se abrieron grandes al ver a tantas personas disfrutando juntas. Realmente no sabia que era lo que estaban haciendo pero en mi corazón quería ser parte de ello. Ese día, gracia a la experiencia de intercambio con Masaki ¡Nos hicimos socios de Hippo!
Hace ya 13 años de esta primera experiencia y seguimos disfrutando la grandes oportunidades que nos brinda Hippo.
